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FANZINE DIGITAL. 3ra edición



La odisea de tener COVID en los barrios vulnerables

Yuli Keyko Catari Callisaya, Coordinadora del área de Salud Colectiva de Bajo Flores de Barrios de Pie. Fue positiva de coronavirus (COVID-19)

Por nuestra corresponsal Gaby Garabito


Ante el panorama mundial y el vertiginoso avance del virus, Argentina no fue la excepción. Nada ni nadie frena por completo a un virus, que avanza indiferente a la realidad económica y social que las familias en situación de vulnerabilidad viven día a día. Aquí narramos el caso de la familia de Yuli, que nos relató los que fueron los días más difíciles en su vida.

Ella vive con su hermano, su esposo y sus dos hijos,el mayor de 13 años y un pequeño de tan solo 6 meses. Su esposo y ella se contagiaron en su domicilio debido a un “contacto familiar estrecho”, específicamente el hermano de Yuli. Al enterarse de que su hermano contrajo el virus, los síntomas se hicieron presentes. A partir de allí, solamente pasaron diez días antes que su familia comenzara a manifestar los síntomas del coronavirus, tales como fiebre, dolor de cabeza, tos recurrente y malestar general.


La realidad de Yuli y de muchas familias que viven en la Capital Federal de Buenos Aires y sobre todo en Villas de Bajo Flores, es sumamente complicada debido a múltiples problemas sociales, económicos y habitacionales. En su caso como en el de muchos otros, la imposibilidad de acceder a una vivienda propia hace que deban alquilar con todos los problemas que conlleva el pago del alquiler, los impuestos y muchas otras cargas tributarias. En el caso de Yuli, el problema con la dueña del inmueble vino por otro lado: la propietaria advirtió a todos los inquilinos que desalojaría a quienes estuvieran contagiados de coronavirus porque representarían un riesgo para para su almacén. Ante esa situación la familia tuvo que enfrentar otro grave problema originado por la situación socio económica de los barrios marginales: la discriminación y la posibilidad, muy real, de “quedarse en la calle”. Yuli y el padre de sus hijos comenzaron a manifestar síntomas de Covid-19 a los diez días del contacto con el familiar infectado, y para no levantar sospechas o rumores, salieron de su casa por la noche, buscando evitar la discriminación y el consecuente desalojo. Yuli se dirigió al hospital Alvarez con sus dos hijos a realizarse el hisopado y su esposo al nosocomio que ofrecía su cobertura social. . Ambos resultaron positivos de Covid-19, mientras que sus hijos resultaron negativos.. Las autoridades del hospital les aconsejaron comunicarse con un familiar que pudiera hacerse cargo de los niños durante este período, por lo que quedaron al cuidado de su abuela. Desde que alejaron a Yuli de sus hijos, se activó el Protocolo de Salud que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, encabezado por Horacio Rodríguez Larreta propuso en los hoteles para cumplir estrictamente la cuarentena de las personas positivas de Covid-19. En su discurso a los medios de comunicación el Jefe de Gobierno declaró que estos hoteles serían un resguardo y una contención, pero esto no ocurrió en el hotel de la zona de Retiro a donde fue derivada Yuli.





En su relato nuestra compañera aseguró que hubiera elegido pasar la cuarentena en su hogar. Lo repitió varias veces a lo largo de la entrevista. Los motivos de esta preferencia saltan a la vista cuando nos cuenta cómo fue su experiencia. Tomó un taxi condicionado con todas las precauciones sanitarias del caso ; llegó al hotel y, al descender del auto la puerta del hotel se abrió automáticamente. En la recepción una persona que no volvió a ver durante los días que se quedó, le hizo firmar un documento que detallaba las condiciones del protocolo en el hotel y el acceso al sistema de salud y monitoreo de los pacientes positivos de COVID-19.En su habitación había una cama, un teléfono, una pava eléctrica y un baño. Al poco rato comenzó a sentirse mal y pidió auxilio por teléfono pero nadie vino a socorrerla. Se sintió completamente abandonada. Esa misma noche pudo sentir llagas en la garganta que no la dejaban respirar y sentía ahogarse, la tos era permanente y desde luego que no pudo dormir en toda la noche.

Los primeros cuatro días fueron absolutamente críticos porque lo estaba pasando realmente muy mal. Increíblemente nadie acudió a su habitación para conocer su estado o brindar algún alivio a su malestar. Recibó llamadas de los doctores pero nada más. Con el pasar de los días, la soledad, el abandono y la angustia se hacían más fuertes. Recordemos que se encontraba lejos de su pequeño bebé de seis meses y de su esposo, quien a diferencia de ella transitaba la cuarentena en un lugar agradable y con atención médica adecuada. En la entrevista expresó con mucho pesar que no desea a nadie el sufrimiento que vivió en esa habitación, completamente sola y excluida de todo, sin ningún tipo de contención emocional ni sanitaria. Expresó también que durante los diez días que se encontró aislada nadie realizó la menor limpieza en su habitación, como vaciar la basura o cambiar las sábanas que a lo largo de los días de enfermedad hubieran requerido múltiples recambio. Aun puede recordar el olor de esas sábanas en los últimos días. . En cuanto a la comida, comenta que en varias ocasiones parecía, y probablemente se encontraba, en mal estado. Nuevamente resaltamos el enorme contraste entre su situación y la de su marido, que tuvo acceso a una habitación completamente condicionada y con un equipo de médicos y enfermeros que estuvo pendiente de su caso cada día. Ambos atravesaron la misma enfermedad en condiciones prácticamente opuestas.

Al finalizar los diez días de cuarentena en el hotel de Retiro, Yuli recibió el alta pero no le realizaron el hisopado nuevamente y frente a la pregunta acerca de los motivos, la única explicación que recibió fue que “no se encontraba dentro del protocolo”. Por lo que tenía que abandonar el hotel al cumplir los diez días de cuarentena, con la esperanza, más que con la certeza, de encontrarse curada. A diferencia de Yuli, a su marido volvieron a realizarle el hisopado en la clínica previo a darle de alta.Nuevamente resultó positivo y le realizaron un nuevo hisopado transcurridos siete días. Nuevamente las diferencias en la situación de cada uno, se vuelven evidentes.

La pandemia por el coronavirus puso de manifiesto la dura realidad que millones de familias viven a diario y magnificó aun más los problemas de quienes menos tienen. El caso de Yuli es uno de miles de casos registrados en nuestro país. Los más afectados como ocurre casi siempre, son los grupos vulnerables. En este caso, como víctimas de la indiferencia de las autoridades del Gobierno de la Ciudad que exhibe un doble discurso, mientras que por un lado aseguran que los hoteles tienen el objetivo de garantizar el cuidado de personas con Covid-19 que no puedan permanecer aislados y ofrecerles un espacio confortable mientras transitan la enfermedad, lo que realmente pasa es muy diferente. Una situación similar pero con un desenlace fatal le tocó a nuestro compañero Agustin Navarro, quien también fue derivado a un hotel pero lamentablemente falleció debido a la desidia de las autoridades que no están cumpliendo efectivamente su trabajo de contención y protección a los contagiados por Covid-19, enfermedad que finalmente termina siendo aun más mortífera para los grupos más vulnerables de nuestra sociedad.



Vacunación antigripal en Bajo Flores con la participación

del área de Salud Colectiva . Merendero Milagros. PH Alejandra Malcorra

El barrio al servicio de la comunidad

La organización de lxs trabajadorxs textiles en los barrios de San Isidro

Por las corresponsales Romina Arana y Graciela Diaz


El pasado mes de abril, un grupo de compañeres de Somos Barrios de Pie dio respuesta a una convocatoria realizada por la municipalidad de San Isidro, en la que solicitaban colaboración para la confección de barbijos, en el contexto de la pandemia.

Este grupo de trabajadores textiles no sólo pudo resolver la necesidad planteada, sino que terminó por convertirse en proveedor de cofias y delantales de Bíoseguridad, accesorios requeridos por el personal de salud conforme avanzaba la lucha contra el Covid-19.

El diseño, corte y confección de los elementos fue realizado en el Centro de Formación Profesional Municipal, espacio ofrecido por el intendente Gustavo Posse, quien se mostró muy agradecido por el resultado conseguido.




Esta rápida y efectiva respuesta pudo darse gracias a la organización de les compañeres que, al igual que el resto del movimiento, viene trabajando arduamente en las necesidades de cada distrito, conformando una estructura de trabajo que no sólo da contención a un gran sector de la sociedad, sino que habla de un esfuerzo mancomunado llevado adelante día a día por los trabajadores.



Programa de Voluntariado “Pedagogías en Movimiento”

Por Victoria Lucena coordinadora de la Universidad Popular Provincia de Buenos Aires


El 17 de junio lanzamos el Programa de Voluntariado de la Universidad Popular de Barrios de Pie. Los tiempos que corren nos llevaron a buscar soluciones creativas para poder encontrarnos. En el primer encuentro virtual participaron mas de cien compañerxs y esperamos ser cada vez más, en esta propuesta que se extenderá durante los meses de junio y julio.

El Programa plantea bloques de capacitación, planificación y acción en los barrios a partir de proyectos comunitarios que fortalezcan las tareas esenciales de Barrios de Pie. Es por eso que convocamos a ser parte de las Áreas de la Universidad Popular: Feminismo Popular, Comunicación, Salud Colectiva, Educación y Abordajes de los Consumos Problemáticos.

El contexto de la pandemia obligó a redefinir los objetivos de la universidad popular que en este contexto de emergencia requiere de un saber situado, donde todas las acciones converjan hacia el acompañamiento del desarrollo comunitario, central para paliar las nefastas consecuencias de la pandemia y la subsiguiente cuarentena en los barrios populares, principales damnificados por la actual crisis. La prioridad fue el acompañamiento y cuidado de las compañeras que en la primera línea intentan contener una situación sumamente urgente en lo alimentario y en lo sanitario.

Del primer encuentro virtual participó la Dra. Patricia Redondo, especialista en temas de infancias, educación y pobreza. Patricia, entre muchísimos aportes valiosos, planteó una doble disputa en la que los movimientos populares tenemos que inscribirnos: el proyecto económico por un lado, y por otro, la disputa en el campo educativo sobre la valorización y el reconocimiento de lxs sujetxs populares.

Destaca que la principal problemática de la región son la igualdad y su contracara, la desigualdad. La situación que atravesamos es de carácter inédito ya que nunca vimos todo un sistema educativo público con todas las escuelas cerradas y tampoco la situación de todos los espacios educativos que no están funcionando como habitualmente funcionan.




La pandemia profundizó los puntos de partida desiguales preexistentes, lo que se expresa en accesos diferenciales a la conectividad de internet, aunque también puso de manifiesto el enorme potencial de los docentes y educadores y educadoras populares en Argentina. Destaca asimismo que todo acto político tiene una dimensión pedagógica y formativa, aunque no se la nombre necesariamente así. El papel de la educación en la disputa por un proyecto de país es central. Este proyecto educativo debe ser emancipador, para formar a las personas como ciudadanos y ciudadanas y no como consumidores, como sucede actualmente con las relaciones mercantilizadas que buscan reemplazar el carácter de sujetos de derechos desde la infancia.

Durante este mes y medio nos vamos a seguir encontrando virtualmente para compartir y capacitarnos, con el objetivo de multiplicar y organizar la esperanza y las luchas. Frente a la pandemia de coronavirus, redoblamos los esfuerzos para seguir de pie y en movimiento: acompañando las tareas esenciales y caminando proyectos para seguir cuidando los barrios desde una desde una pedagogía en movimiento, popular y transformadora.

DETeCTAr en Villa Polledo

Corresponsales matanceros


El miércoles 8 de julio se realizó el Dispositivo Estratégico de Testeo para Coronavirus en Territorio de Argentina (DETeCTAr) en Villa Polledo. La base del operativo fue el Centro de Formación Profesional 410 "Carmen Vázquez", ubicado en Marcelo T. De Alvear 1723.

La actividad fue realizada por el Municipio de La Matanza en colaboración con el movimiento Somos Barrios de Pie, y consistió en un rastrillaje en el barrio con la asistencia de los voluntarios comunitarios, el área de Salud del movimiento, así como médicos, enfermeros y expertos de la salud. También estuvieron presentes Daniel Menendez, dirigente de Barrios de Pie y Subsecretario de Promoción de la Economía Social y Sandra Oviedo, Directora de Infraestructura de la Subsecretaría de Economía Popular provincial.

Destacamos la fundamental presencia de los movimientos sociales en estas actividades, ya que son lxs compañerxs de los movimientos quienes recorren a diario los barrios populares de nuestro distrito. El trabajo en conjunto con el Municipio fue esencial para cuidar a los vecinos y vecinas.

La actividad fue positiva ya que se asistió a familias con personas del grupo de riesgo, adultos mayores, niños y personas con problemas respiratorios.

Al finalizar la jornada, se contabilizaron 1968 personas encuestadas, de las cuales 35 fueron hisopadas por presentar síntomas compatibles con el Covid-19.




Durante el periodo de aislamiento social muchxs vecinxs y vecinxs del barrio tuvieron que adaptarse y transformar sus formas de generar ingresos. Nuestrxs corresponsales barriales nos acercaron algunos relatos que dan cuenta del crecimiento en las economías barriales.


ESTAS SON NUESTRAS BITÁCORAS BARRIALES


"Soy Julia de Virrey del Pino tengo 42 años, vivo con mis 3 hijos. Desde el 2015 trabajaba en un restauran en Capital y podía mantener cómodamente a mi familia. Por motivos de la pandemia el lugar donde trabajaba tuvo que cerrar dejándo a 14 empleados sin su trabajo lamentablemente. Y como siempre me la rebusque, hoy en dia juntos a mis hijos derretimos grasa y la vendemos a las panaderías del barrio y los fines de semana hacemos pizzas, milanesas y empanadas para vender también en el barrio.. Y bueno así estamos afrontando esta crisis que nos toca pasar por la pandemia.. Siempre con la higiene y los recaudos necesarios"

- Por nuestra corresponsal Mariana de Oro Verde, La Matanza.


"Me llamo Débora y antes de la pandemia trabajaba en una heladería y cuando comenzó la cuarentena obligatoria en mi trabajo me dieron vacaciones forzada y desde ese momento trato de sostenerme económicamente haciendo remis a mis vecinos a barrios cercanos"


- Por nuestra corresponsal Milena de La Matanza.



"Soy Diego, Barrio de La Victoria, San Fernando, trabajo de albañilería, haciendo trabajos de albañil. Antes de la pandemia tenia mucho laburo. Ahora con toda esta situación se cortó todo y me corto las piernas porque no sale nada ahora. La gente ahora se ahorra y como esta todo el tiempo en su casa lo hacen ellos por su cuenta.
Nosotros estamos desde principio de año con este proyecto del comedor y merendero y hay mucha gente que no venia al principio. Ahora con todo lo que esta pasando con la pandemia, se ve mucho la necesidad acá y en todos lados. Esta complicado, esta complicado todo. No sabemos que hacer, como solucionar esto de la gente porque cada vez es mas gente la que viene al comedor y nosotros necesitamos ayuda del gobierno y de la gente. Estamos tratando de sobrellevar esto lo mejor posible con la gente del barrio porque ahora si se nota la necesidad, se está notando mucho"

- Por nuestro corresponsal Nahuel Medina de Vicente Lopez.


PENSAR LA PANDEMIA EN CLAVE DE GÉNERO

Corina Figun y Romina Pignanelli para Tercer Cordón


¿Y si el cambio también es una FakeNews?

El fin del capitalismo. El recrudecimiento del capitalismo. La llegada de un nuevo orden mundial. Si la “nueva normalidad” incluye o no barbijos, sistemas de control masivos de la población, juntadas con amigues. 

Muchas preguntas circulan en el mundo de la infodemia.

Hasta hay quienes se preguntan si el coronavirus es real, en medio de una pandemia que ya mató a medio millón de personas e infectó en 4 meses a 7 millones y medio. “¿Conocés a alguien que se haya infectado de covid-19”, se preguntan quienes tienen suerte de que la respuesta sea negativa.

Las hipótesis sobre lo que vendrá se pierden en el magma de la semiosis infinita. En el ránking de las principales preocupaciones aparece la variable económica como fantasma protagónico.

En esta nota nos preguntamos qué está pasando con las relaciones de género en nuestras sociedades durante la pandemia, y qué está pasando con las reivindicaciones que se han logrado en algunos lugares del mundo.

Planteamos, entonces, una pregunta más para debatir: ¿Cómo será la pos-pandemia en clave de género?


1. Cuarentena y tareas de cuidado

La pandemia ha obligado en el mundo entero a adoptar nuevas formas de trabajo, principalmente desde el hogar. En la Argentina se debate actualmente la implementación de una Ley de Teletrabajo para regular el trabajo remoto y para establecer que las empresas deben proveer a sus empleados de los elementos y las conexiones necesarias.

Lucía Cirmi Obón, directora nacional de Políticas de Cuidado, ha pedido abordar el tema de las tareas de cuidado en la futura ley de teletrabajo, y afirmó que “el costo social de cuidar está en los hombros de las mujeres”. 

El aislamiento obligatorio no ha sido una excepción a la regla de que son las mujeres quienes concentran las tareas de cuidado, a pesar de compartir hoy el ámbito privado 24×7 con los padres de sus hijes, para aquellas mujeres que están en pareja o han decidido compartir la cuarentena con ellos. Una suerte más complicada han corrido aquellas que crían solas y son jefas de hogar. Por ejemplo, el decreto que el Poder Ejecutivo Nacional emitió el 20 de marzo estableció que les hijes menores de progenitores separades debían permanecer sólo en uno de los hogares, y en su mayoría se ha priorizado la permanencia en la casa materna.

La imposición de las tareas de cuidado a las mujeres influye transversalmente en todas clases sociales. El pasado 12 de junio, el sector de Mujeres de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) relevó el impacto que las medidas derivadas del Covid-19 tuvieron en las comerciantes y empresarias de la Argentina (1). El 70% de las mujeres que contestaron la encuesta dicen haber restado tiempo a su trabajo. En cuanto a los quehaceres domésticos, la muestra expone que más de la mitad de las empresarias le dedica entre 3 y 4 horas del día, esto supone un 31% más de 5 horas diarias que antes. En cuanto a las tareas de cuidado de niños y/o ancianos, el 45% les dedica entre 3 y 4 horas y un 29% más de 5 horas.

Las medidas del aislamiento social impusieron en cuanto a los cambios de rutina y tareas asumidas por las mujeres, sobre todo, el trabajo doméstico y el de cuidado niñes y ancianes. Vuelve a las mujeres al ámbito privado, históricamente donde se la relegó, dejando el ámbito público para los hombres. Incluso aquellas mujeres que estaban insertas en el mundo laboral, tuvieron que volver a realizar estas tareas diarias, sumadas al tele-trabajo. La carga mental, el cansancio y el desborde se hacen moneda corriente. Cuales son las políticas de Estado que se piensan para estas mujeres? 


2. La violencia no se suspende en cuarentena

Al 7 de junio, y tomando como inicio de la cuarentena el 20 de marzo,  la cantidad de femicidios era de 63 en la Argentina (2). Las condiciones de la cuarentena generaron que muchas mujeres queden encerradas día y noche con sus agresores, y han hecho abrir los ojos a muches sobre el infierno que muchas mujeres viven en su vida diaria.

Según los datos del Observatorio Ahora que sí nos ven, el 71% de los femicidios mencionados ocurrió dentro de la vivienda de la víctima. Como vemos en el siguiente cuadro, el 70% de los femicidios fueron cometidos por las parejas o ex parejas de las víctimas. El 24% de los femicidios se dieron mediante golpes ocurrieron a la víctima. Esta realidad hizo que sea necesario que las mujeres que se movilizan para hacer la denuncia por violencia de género estén autorizadas a hacerlo dentro del aislamiento social preventivo y obligatorio.


Desde luego, la violencia no es solo física. Durante esta cuarentena, las mujeres han sido víctimas de violencia institucional cuando el fiscal Rivarola calificó de “desahogo sexual” la violación de un grupo de varones a una joven cuando la misma tenía 16 años en una casa del balneario Playa Unión de la ciudad de Rawson, en Chubut. 


3. Visibles o fantasmas

Las representaciones que los medios hacen de las mujeres y de las identidades feminizadas (así como de cualquier otro sector social) han sido, son y serán un punto crucial a estudiar y analizar. Los mensajes que los medios de comunicación reproducen, son siempre un recorte particular de la realidad y son vehiculizadores de ideas y formadores de opinión.

En tiempos de cuarentena, todes estamos frente a las pantallas más tiempo de lo habitual. Creemos que no hacen falta datos estadísticos para probar este dato. Este tiempo nos permite detenernos en las imágenes que circulan en los medios. 

Para empezar, podríamos afirmar que la pieza mediática de mayor relevancia en los últimos tres meses son las cadenas presidenciales. 



La sociedad espera con expectativa cada una de estas instancias para saber cómo continúa el aislamiento social. ¿Y qué es lo que vemos cuando suceden estas cadenas nacionales?

En su gran mayoría vemos hombres. Tanto porque se trata de altos mandatarios (entre ellos el presidente de la nación), ministros y asesores. Lo cierto es que en muy pocas oportunidades hemos visto mujeres en estas instancias.

Esta falta de presencia de mujeres en las piezas mediáticas más importantes o de más difusión en la actualidad generan una determinada representación y una cierta idea de cuál es el rol asignado a hombres y mujeres en nuestra sociedad.

No se trata sólo de las cadenas nacionales. También en reuniones con gobernadores, con empresarios, sindicatos, etc, lo que vemos es muy poca presencia femenina. La verdad es que a la hora de tomar decisiones la política sigue siendo un lugar predominantemente masculino. 

Si las mujeres corremos el riesgo de ser invisibilizadas de los medios de comunicación, también corremos otros riesgos. Incluir mujeres en las fotos es un paso necesario para dar un mensaje claro de paridad de género.Con las buenas intenciones no bastan.


4. Ellas en la primera línea

Son muchas las organizaciones sociales que están sufriendo el impacto de la expansión de casos de covid 19. Allí, las mujeres tienen un rol protagónico, sobre todo las de los movimientos sociales y organizaciones barriales se pusieron otra vez al hombro la lucha contra el hambre en Argentina. Son, además, las encargadas de contener el virus en las barriadas. Esta vez la crisis sanitaria agravó aún más la económica, miles de personas se acercan cada día a los comedores.

En una entrevista realizada para este medio, Rita Segato decía: “Debemos escuchar, las soluciones para la vida, las estrategias para la vida, la inventividad y la concepción del mundo de las mujeres de los sectores populares“(3). La forma colectiva de superar el momento de crisis es una enseñanza para mirar con detenimiento y aprender de ella. 

En los últimos tiempos han aparecido varias notas periodísticas, en gráfica, televisión y radio sobre el rol protagónico de las mujeres de los sectores populares en la prevención de casos de coronavirus en los barrios populares. Son ellas quienes acercan información a vecines allí donde el Estado muchas veces no llega. Son además las encargadas de contener psicológicamente, las que se oponen a la discriminación y brindan la ayuda necesaria.

Pero el análisis debe ser más profundo. Es un buen signo que se empiece a dar esta visibilización de las mujeres de los sectores populares, pero debemos encontrar una forma de resignificar el papel que ocupan.

La solidaridad de estas mujeres es tal vez uno de los elementos más destacables en un contexto donde empiezan a aparecer con mucha crudez el miedo y también el “sálvese quien pueda”.  

“Porque en la exclusión pueden haber también algunos caminos. Son los caminos que si bien utilizados, podrían llevar a las personas a una comunalidad, a formas de comunalidad, de reciprocidad, y de soporte de la vida sin depender del Estado. O dependiendo de una manera marginal, pero no completa, del mercado. Ahí se podría inventar, en esos espacios de exclusión y de marginalidad, caminos nuevos de la vida y de gestión de la vida, donde el estilo de gestión de las mujeres podría tener un papel”. 

“Somos Esenciales” decían hace pocos días en una campaña en la que pedían, entre otras cosas, al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que las y los habitantes de la villa 31 de Retiro tengan agua potable.

Las tareas que hoy cumplen las mujeres de los sectores populares deben ser parte de una cadena significante que realza lo colectivo por sobre lo individual, y también como parte de las estrategias de los feminismos populares que ofrecen a las mujeres redes de contención y de supervivencia. 

No alcanza con enumerar la lista interminable de tareas que realizan estas mujeres, las cuales  ya realizaban desde antes de esta pandemia. Debemos comprender el fenómeno de su labor diaria como parte de un entramado solidario del cual deberíamos aprender mucho en los tiempos que corren.

En definitiva, la gran pregunta es si de esta salimos mejores o peores. Muches ven con esperanza este momento. Si vendrá un mundo menos cruel y con más igualdad de género dependerá también en gran medida de la manera en que se enfrenta la crisis económica y social que ya está aquí. 


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